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miércoles, 4 de marzo de 2009

48. MENSAJE A LA HUMANIDAD. Por: Victoriano Sánchez Carbajal.

Luchemos hermanos por la paz entera
pues el mundo corre peligro de muerte,
en computadoras esta nuestra suerte.
¡Estemos unidos!, ¡que la guerra muera!

Un gran armamento tienen las potencias
en todas sus bases, en todos lugares,
son cohetes, misiles y armas nucleares
la creación del hombre, creación de la ciencia.

Están indefensos niños y mujeres
sufriendo de hambre y de enfermedades,
¿no piensan, Naciones, que también son seres?

Se gastan millones en infinidades
de armas nucleares, sólo son placeres
por ser más potentes que otras ciudades.

II

Tenemos derecho todos de vivir,
no queremos guerra, queremos la paz,
¡luchemos hermanos, luchemos de más,
la paz del planeta tiene que existir!

Si la guerra estalla, estamos perdidos,
ya no habría más niños, ni risas de amor,
el sol en sus rayos no daría fulgor
y se perderían los seres queridos.

Nosotros debemos bien imaginar
lo que pasaría, si la guerra viene,
veamos, en mente, que podría pasar.

- Las reuniones cumbre sentido si tienen. -
pensaban las gentes sin imaginar
que estaban perdidos en vida y en bienes.

III

- Unas nuevas bases tienen las potencias...-
Decían las noticias por televisión.
- De sus armamentos hacen revisión...-
Ya no se podía hacer resistencia.

Tratados de paz, por otros países
querían que firmaran las grandes Naciones.
Más siempre a los buenos les hacían traiciones
y del armamento crecían las raíces.

El señor Olog Pálmer, que fue asesinado
buscaba la paz en la faz del planeta,
más todo lo bueno siempre es acabado.

Atraviesa el pecho la horrible saeta
maligna, de escorias nadie es librado
abriendo en la tierra la más grande grieta.

IV

La ONU, en su parte, luchaba también
por la paz mundial que todos querían,
todos los países conflictos vivían
de guerras, de hambre, se perdía ya el bien.

Estados Unidos violaba las leyes
estrictas, que daba Naciones Unidas,
pruebas nucleares ya tomaban vida
y entre más hacían, se creían más reyes.

Así una mañana paso lo temido:
- Declaran la guerra las grandes Naciones.-
Adiós a la vida, adiós lo vivido.

Decían las personas en sus corazones
pues ya lo sabían, ya estaban perdidos,
de nada servía tener municiones.

V

Así los botones fueron apretados
por muchas personas, todas muy dementes,
pues no eran humanos, ya no eran más gentes,
salieron los cohetes todos disparados.

Anuncio de muerte era para todo
al verlos surcar el azul firmamento.
Las monjas rezaban en todos conventos,
muy sobresaltados vieron los beodos.

- ¡Aquí va mi último brindis...- decían,
-...disfruten, compadres, que el tiempo
transcurre!-
Y todos, llorando, sus copas bebían.

- ¡Mamita querida!, ¡¿por qué ha temblado?! -
- No es nada mi’jito. - Y aunque lo sabían:
- ¡Adiós mi vidita, el día ha llegado! -

VI

Cayeron a tierra los cohetes mortales
formando los hongos, formando el dolor,
perdiéndose vidas, perdido el amor.
Así había llegado todo a sus finales.

Las casas, la lumbre todo lo abrazaba,
a los edificios, la vegetación.
Un tren que llegaba recio a su estación
ya jamás llego, el fuego arrasaba.

Y así en unas horas quedo destruido
todo lo que estaba de pie en la tierra,
el mundo completo ya estaba perdido.

Esto había causado la maldita guerra.
Y pensar que aquí, paz había existido.
Todo lo contrario acabo a la Tierra.

VII.

Y si alguien vivía después del infierno
nuclear que todos aquí imaginamos,
estaba perdido, como ya pensamos.
Muy pronto llegaba el mortal invierno.

Pues la radiación ya cubría el planeta
impidiendo entrada de rayos solares,
ya no había mas luz, ni vistas lunares,
del peor armamento esta era su meta.

El agua, alimentos muy contaminados,
corrían a su suerte la horrible experiencia
del hambre y el frío los tenía encerrados.

Aquí había terminado el fruto de la ciencia,
los laboratorios, todos fulminados
por una insensata y maldita obediencia.

VIII

Pasaron los años, ¡muchos!, nada exacto.
Ya la radiación desaparecía.
En éste planeta ya nadie vivía,
los rayos solares entraron al acto.

Y una nueva era, nueva evolución,
cubría este planeta, lo cubría de flores,
de miles de plantas, de miles de olores,
a otro nuevo ser daba aparición.

Luchemos hermanos ahora que podemos
acabar las armas y hacer mil amores
porque después... bestias tan solo seremos.

Cuidemos la paz, cuidemos las flores,
pues si no lo hacemos solo sentiremos
la muerte cercana llena de dolores.

IX

Mientras muchos niños de hambre se mueren
en potentes armas se gastan millones,
¿por qué no ven esto las grandes Naciones?
¡Por el poderío, eso solo quieren!

¿O acaso, si escuchan el grito de paz
que todos hacemos, que todos queremos?
Dicen escuchar. Mas eso veremos
en muy poco tiempo... ¡¡¡Exijamos más.!!!

Hoy todos estamos en graves apuros,
la crisis del mundo nos esta matando
por unos cerebros humanos muy duros.

De miseria y hambre se están acabando
las vidas de ancianos en cuartos oscuros
mientras muchos otros solo están gozando.

X

Solo hay un planeta en verdad hermoso
y es éste en que todos nosotros estamos,
puede destruirse si no lo cuidamos.
¡Luchemos por él, es maravilloso!

Gozamos de frutos, gozamos de mares,
de vistas preciosas de bellos colores,
de lindas niñeces, de bellos amores
en muchos países, en todos lugares.

Luchemos hermanos por la paz de las Naciones
pues el mundo tiene que sobrevivir.
Hagamos mas rimas, hagamos canciones.

Tenemos derecho todos de vivir.
Recuerden, la fuerza la hacen uniones
y si no lo hacemos... podemos morir.
Octubre de 1989.

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