Dime, ¿por qué... Dios mío,
el hombre es sucio de alma?
es como un turbio río
que rompe toda calma.
Maldad en todos lados,
el hombre el que la crea.
Tienen ojos cerrados
lo digo aunque no crean.
Más tu eres la victoria
que da felicidad,
es tu reino la gloria,
tu gloria, la verdad.
Yo soy un pecador,
lo digo, me arrepiento,
eres mi salvador,
en el alma te siento.
Más tu vendrás con gloria
y maldad acabarás,
que viva tu victoria
pues siempre vivirás.
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