Cierta vez en la lejana selva
la fiesta de animales se llevaba a cabo.
Y un burro a lo lejos se mostraba
intelectual, selecto y vanidoso.
Puesto que había llegado de un país lejano
todos muy apuesto le veían,
dando clases de educación y cortesía:
- En mi país, muy duro trabajaba,
¡ja!, pero eso sí, siempre me alimentaban.
Llegaba la hora de comer
y muy cómodo, el café iba a beber... -
Le pregunta un conejo en ese instante
como era tomada la bebida delirante.
- Muy bien... - díjole el asno:
- Agarras la tasa con cuidado
y llevas al hocico el líquido apreciado. -
Un ¡Oooh!, de admiración dejo escucharse
al percibir la respuesta y admirarse.
Y como el asno de su país había llevado
un costal de café bien cosechado,
invito a todos los presentes
tomar café y lamerse hasta los dientes.
Paso el tiempo... ¡y llego el día indicado!;
los animales pasaron al hogar del asno
y el gran momento ansiosos esperaron.
Salió el jumento de su alcoba en bata
diciendo claramente:
- Ya estoy presente, pasemos a la mesa,
¿saben?, tomar el café es gran proeza. -
Llenos los jarrones esperaban
humeando el contenido que guardaban.
Más al sentir el zorro lo caliente
agarro una cuchara y plenamente
a menear el café dio la tarea,
diciendo como excusa:
- Caray, pues si que humea.
Mejor le batiré un poquitito,
ya que, Señores, aprecio mi hociquito. -
El asno molesto, se irguió altivo,
pestañeando y quedando pensativo.
Diciendo después:
- A ver muchachos rasos,
comencemos siguiendo ciertos pasos.
Primero, miremos a la tasa
con cautela...¡y comamos una pasa! (JER-JER)
Aún no me imiten, obsérvenme primero
y después, sigan los pasos con esmero.
El segundo término que digo,
es agarrar la tasa con cuidado
y beber un gran sorbo, ¡un gran trago! -
El jumento sintiendo lo caliente
del liquido ingerido, rechazó el café
cual vil demente en una “mesa social”
y ya sufrido del hocico, mostró
la “lenguota” roja, inflamada y dolorida.
¡Corrió por agua fría a la cocina!
Los animales... ¡soltaron carcajadas!
y al quedar la euforia en el olvido,
tomaron las cucharas y a menear el café
con gran ahínco, lo tomaron contentos,
¡felices!, dando un brinco... (¡Yupii!...)
Como hay personajes
que consejos se permiten dar a las personas
sin haber sentido anteriormente
el problema en el alma, cuerpo y mente.
O hay quienes opinan de las cosas
sin saber el tema y horrorosas
consecuencias es sólo lo que obtienen
sin importarles los problemas que vienen.
Amigos lectores, solo opino,
que nunca actuemos como el asno fino
ya que la respuesta, sea verdad
o sea mentira a cierta ciencia,
debemos tener en cuenta que
todo se aprende a base de experiencia
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