Voy a contarles la historia
que sucede en mi país,
se trata de la inflación,
tiene gran repercusión
en la gorda y el maíz.
Cuando el indio mejicano
chambeaba sin descansar
encontraba el pago sano,
era el peso mejicano
muy valioso y muy cabal.
Pero no faltan traidores,
(a nadie quiero hacer mal),
lo que diré a sol y soles
lo diré sin retenerme
recurriendo al Séptimo
Artículo Constitucional.
Y fue... en fin, les comentaba
que no había preocupación.
Más llegaron los caciques,
llegaron los “dinereros”
y empezaron la inflación.
Venían los Presidentes
prometiendo a corazón.
Y todos ahí, creídos
daban los votos dormidos,
eran los panes comidos
de país y la Nación.
Fue engordando así la cosa,
eso, dizque la inflación.
Y aquí nos tienen, el pobre
que aguanta sin condición,
pero como mejicanos
somos muy aguantadores,
¡que engorde pues, la inflación!
Luego nos trajeron uno
de esos tantos documentos,
“pato’ e Solidaridad”;
aumentaron las gallinas,
subieron los alimentos
¡pero de precio!, y con todo
se siguió la “robandad”.
Pero en fin, ya me despido
no me vayan a “quebrar”
por ser bocón y ofendido.
Mas con esto ya he cumplido
y he dicho la información.
Pueblo mío, hay que luchar,
porque sino en un cantar
nos dejarán sin calzón.
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