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martes, 3 de marzo de 2009

19. EL PASTO Y EL CONEJO. Por: Victoriano Sánchez Carbajal.

En una pradera verde
saltarín iba el conejo,
probando el pasto
que pierde su sabor
cuando es ya viejo.
- ¡Fuchi...! -.
Al momento exclamó
y a la vez que lo escupía:
- Esto sólo me dejo
apestoso a mi. - decía.
El pasto dice al momento:
- No digas obscenidades,
todo esto es causa del tiempo
y el tiempo, es variedades.
Más después de algunos meses
rejuvenezco de nuevo,
en cambio tú... ni se piense,
te caza el hombre y luego
sólo el será tu forense
al ponerte en la olla y fuego. -
Dicho esto, el buen conejo,
cabizbajo se alejo,
comprendiendo así la vida,
a la cual se le mando.
Preguntose así enseguida:
- ¿Será el caso, que algún día,
en la panza de un ingrato
por siempre terminare?
No se que me de el destino,
pero si, tengan seguro,
por lo mientras gozare. -
El conejo se alejo
saltando en el pastizal.
Nadie sabe cuando llega
la bondad, el bien o el mal.

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