Una vez fui Poeta
y escribí muchos versos
tan tristes de agonía
e incansable dolor;
hoy no soy mas que un tonto
que niega su pasado
y se pierde en los sueños
que ha dejado el amor.
Conocí las tristezas
que se escriben en versos,
vislumbré sentimientos
prohibidos de pasión,
de armonía sublime
que se palpa en las rosas
y que brinda a las cosas
vida y grande pasión.
Hoy me miro perplejo
y digo: - Nunca he sido
un ridículo bate
que escribe a la ilusión.-
Mas después de ver todo
lo que he aprendido
y al hacer mis plegarias
al Señor ofendido
comprendo lo que he sido
y seré: mi bendición.
Un tonto y loco bate
que seguirá escribiendo
a la mujer hermosa,
hasta sentir en vida
morir el corazón.
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