31. HUMANIDAD PERDIDA. Por: Victoriano Sánchez Carbajal.

- ¿Qué me pasa?
¿Dónde estoy?
¡¡¡No me siento, no veo nada!!!
¡Ah, una luz, la seguiré...
oh, es la tierra!,
descenderé,
¡no puede ser... estoy volando!...
Al fin llego.
¿Qué pasara allá?,
hay mucha gente,
me acercaré... con permiso,
¡les traspaso, pero... no me ven!
¡Oh, nooo!,
¡no puede ser cierto,
soy yo el que yace en el suelo,
ensangrentado! ¡Nooo!,
si... si soy yo... he ahí mi cuerpo.
¿Por qué tanta maldad en este mundo?,
¿por qué todas las guerras y armas nucleares?
Humanidad,
¡sola te estas exterminando!,
¿qué pasa con los niños?,
¡algunos drogadictos, otros están con hambre!...
¡Droga maldita, que por doquier estas,
haciendo mucho daño al futuro de la humanidad,
niños, jóvenes y adultos.
Tú que me escuchas y se que me comprendes,
aunque no luchas pues no ha de interesarte,
la humanidad, eres tu,
te estas exterminando,
maldad en todas partes, muchos asesinatos,
muertes en todos lados...
Pero... ¿qué hago yo aquí?,
...debo marcharme.
¿A dónde?, no lo sé.
No... me quedaré a luchar por la justicia.
¿Justicia?, justicia no hay aquí,
en éste mundo. A los abuelos
les dicen: - ¡Viejos!, no’más hacen estorbo. -
A muchos niños, por siempre abandonan,
en basureros, en calles,
en puertas de las casas, ¡recién nacidos!
¿Podrá vencer el hombre él mismo su maldad?
Si viste los fracasos de otras gentes,
trata de corregirte y llévalo en la mente
que tu con claridad maldades puedes ver,
corrígete en la vida...
ya nada puedo hacer.
1985.