13. EL CUENTO DE LA VIDA. Por: Victoriano Sánchez Carbajal.

Despistado mundo, entrelazados tiempos,
vagos recuerdos de un inicio fútil,
reíase del mundo
contemplando el llano azul.

Quién le viera, feliz en su quimera,
reír a la vida de patrañas,
sentir esencia y viento,
sol y marea.

Curioso me acerque
y le dije... - Loco... -
No escucharme parecía
y entonces musitó:
- ¿Loco?... ¡A tus ojos ciegos
soy un loco!... - Y rió a carcajadas.

Y miré sus ojos blancos
mismos que decían:
- Caminé por el mundo.
Astros y cometas sólo recordaba,
caminos y senderos indicaban
a mis primeros pasos,
ruta fértil de dicha y alegría.

Y seguí caminando por la Tierra.
Conocí el mar, inmenso y profundo
como el alma en pena,
la sonrisa paseaba
solemne y humilde,
discordia y miseria
en un gesto amable callaban,
los bosques reían, los lagos cantaban.
Y seguí caminando por la vida,
en el mundo mis pasos sus huellas dejaban
pero en el andar incansable y rudo
tras larga jornada,
encontré que los bosques lloraban,
cercioré que las aves morían
y lagos y mares se contaminaban;
y vi enfrente sonriendo a la muerte
y a la vida luchando en el alma
de los hombres, que su amor y gloria
de si desterraban.
Pasados momentos,
el espacio feliz enseñaba
un planeta azul que apenas nacía
y en su vida propia, desdichas y risas
daba a sus hermanos,
que en el Universo callado, miraban.

Serpenteantes ideas, razocinios fluidos,
aglutinan pesados pasos
del futuro-presente,
desvaría el consciente,
cercena el tiempo la inocencia.

Seguí mi camino,
naturales vivencias
reían, lloraban, gemían,
cantaban y versos decían.
Y la rima acompañó mis pasos
y los llantos dolieron el alma
haciendo sencillas frases
de alegría, de amor, muerte, fantasía,
de vidas humanas.

Y caí en los pasos de la vida
y embarre en los fangos de las almas,
cinismos, discordias, maldades hablaban
tras una sonrisa, tras la puñalada.

¿Loco?, ¿qué es un loco?, -
me dijo.
Y rió a carcajadas.